Querido diario:
Te escribo siguiendo los consejos de mi fiel asesor. Tal y como el me ha dicho siempre, si dejo escrito lo que hago, no estará mi espíritu tan turbado y confundido. Así qué entre sus consejos y los tuyos podré volver a la senda de la estabilidad.
Hoy he establecido mi principal en Rennes. Es el sitio idóneo para que la Compañía de los Cítricos Orgullosos de Oriente o CCOO, comience su prometedor futuro.
Como decía mi padre inglés, aquel viejo judio de viaje eterno a Lesbos en pos del amor: No existe empresa que un Telamónida no pueda llevar a cabo. Así fue que mi buena madre pareciera que le seguía esperando en el último reducto del Imperio Bizantino que se desmoronaba.
Pero olvidemos el pasado y hablemos de mi prometedor futuro.
He sembrado naranjos y limoneros por toda la Región. Los campesinos me dicen que no podemos por el clima y varios reclutas desaparecieron con los brotes en los pantanos. ¡¡No sea jodido!! Cuando fuimos en su búsqueda habían desertado al ser atacados por vulgares campesinos. Gente que hizo arder los preciado retoños.
Siguiendo las viejas tradiciones de algunos miembros de la Casa de Telamón fui a dialogar con los campesinos y les hice entender que todo aquello estaba mal a muchos.
Otros se negaron a ver los beneficios de mis trabajos…asi que siguiendo las nuevas tradiciones de algunos miembros de la Casa de Telamón…
Bueno. No quiero ser explícito pero, te diré, que las cenizas abonan la tierra una vez dejan de humear.
Creo que por hoy, seguiré conquistando ríos y costas. Más ricos para los frutales. El oro caerá del cielo… ¡¡qué prometedor futuro!!