miércoles, 4 de octubre de 2023

La Estirpe de los Citrus - Primer Citrico


Querido diario:


Te escribo siguiendo los consejos de mi fiel asesor. Tal y como el me ha dicho siempre, si dejo escrito lo que hago, no estará mi espíritu tan turbado y confundido. Así qué entre sus consejos y los tuyos podré volver a la senda de la estabilidad. 


Hoy he establecido mi principal en Rennes. Es el sitio idóneo para que la Compañía de los Cítricos Orgullosos de Oriente o CCOO, comience su prometedor futuro.


Como decía mi padre inglés, aquel viejo judio de viaje eterno a Lesbos en pos del amor: No existe empresa que un Telamónida no pueda llevar a cabo. Así fue que mi buena madre pareciera que le seguía esperando en el último reducto del Imperio Bizantino que se desmoronaba. 


Pero olvidemos el pasado y hablemos de mi prometedor futuro.


He sembrado naranjos y limoneros por toda la Región. Los campesinos me dicen que no podemos por el clima y varios reclutas desaparecieron con los brotes en los pantanos. ¡¡No sea jodido!! Cuando fuimos en su búsqueda habían desertado al ser atacados por vulgares campesinos. Gente que hizo arder los preciado retoños. 


Siguiendo las viejas tradiciones de algunos miembros de la Casa de Telamón fui a dialogar con los campesinos y les hice entender que todo aquello estaba mal a muchos. 

Otros se negaron a ver los beneficios de mis trabajos…asi que siguiendo las nuevas tradiciones de algunos miembros de la Casa de Telamón… 


Bueno. No quiero ser explícito pero, te diré, que las cenizas abonan la tierra una vez dejan de humear.


Creo que por hoy, seguiré conquistando ríos y costas. Más ricos para los frutales. El oro caerá del cielo… ¡¡qué prometedor futuro!! 

lunes, 5 de junio de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Lección XII


Höðr y la cristiana siguen encadenados uno al otro. Pero yo no tengo las llaves del cierre… las perdí cuando batallaba con los dos enganchados a mi caballo.


La hembra ha cubierto mi herida pese al asco que me produce que me toque con sus sucias manos. La he abofeteado un par de veces mientras me cambia las vendas. Höðr me mira asqueado. Siente un vínculo demasiado estrecho conmigo y no puede romperlo. Me teme seguramente a la par que me venera. 


Estamos llegando al Bosque Sagrado pero me han apoyado para descansar contra un viejo castaño. El último refugio para los creyentes en Surt y su fuego del Ragnarok. El bosque de Hodmímir se mostraba ante mí dispuesto a acogerme para el gran final. Era el Destino de mi Camino. 


Una lágrima salada brota de mi ojo sano por primera vez en décadas. Se resbala por las arrugas  de mi cara enjuta hasta caer en las manos de la niña maltratada que me atiende. Sorpresivamente, siento que otra lagrima con el color del atardecer se desliza por la cuenca del ojo que me falta y acaba en las pequeñas manos.


— Llegan los milagros con solo ver el bosque de los dioses… — señalo la arboleda de fresnos —. Höðr… somos el futuro. Los Elegidos… Cuando lleguemos comenzarán los tres largos inviernos y después morirán los viejos dioses….pero hay que avisar a Surt de que todo está listo para que vaya desenvainando su espada.


Me mira. Sonríe. Veo que disfruta con la idea. Me comprende. Me entiende. Es digno sucesor. 


— ¿Es la última lección entonces? ¿Este es el final del mundo? ¿El final del Camino? 


— Si — cojo mi puñal de sílex y se lo entrego como hacía años ante cuando descubrí sus amoríos —. Es fácil. A veces hay que sacrificar lo más ridículo para completar una obra mayor. ¿Lo entiendes? 


Miro a la hembra y después a mi discípulo. Rio con satisfacción al ver su determinación en los ojos. Así que usando las cadenas y las fuerzas que me quedan la agarró a ella contra mí. Su cuerpo se revuelve pero la empiezo a estrangular con mi antebrazo. Sabe que vamos a hacer.


Höðr comprende los pasos y recita una letanía. Está encadenado a ella y se ve arrastrado al suelo por mi brusca acción. La hembra patalea y grita. Mi discípulo sonríe con cada palabra que susurra. Ya es parte de mi. Sabe que debe hacer. 


— Lárus… —me dice interrumpiendo el ritual —. Creo que ya se mi nombre. He sido iluminado. 


— Sí. Eres Skoll devorando al Sol. Tu marcas el ocaso en este momento. ¡Hazlo! 


— No. Soy luz, nunca seré oscuridad como tú. Soy Lífþrasir y ella es Lif. 


Noto como el puñal me corta la garganta. Apenas siento la decepción… apenas logro entender qué ha pasado… apenas veo el Bosque Sagrado… apenas… ape… 

domingo, 4 de junio de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Lección XI


Cadáveres. Fuego.


Contemplo los cuerpos apelotonados de mis discípulos. Veo con satisfacción como son arrojados por el ganado de la Monja Sor Catalina al fuego. Surt estará complacido de que sus fieles ardan por su gloria. 


Una herida me cruza la cadera de parte a parte. Un caballero, un ballestero,... En el frenesí de la batalla no distinguía a quien me atacaba. Todo era euforia por el Ragnarok que hemos desatado Bjarki y yo. 


Todos el ganado se revuelve. Enarbolan las banderas de la cobardía… si no fuese por la herida diría que siento lo más parecido al extasis. Surt guió nuestros caminos, hemos sido el Camino al Ragnarok. Ahora solo queda reunirme con los elegidos en el Bosque Sagrado. 


Busco a Höðr mientras me arrastró entre una montaña de caballos muertos. Sus entrañas esparcidas por la hierba roja, por los rastrojos de esta tierra levantina. Le llamo, pero mi voz es apenas un susurro. Nadie me responde… pero sé que el chico está cerca. Iba encadenado a mi caballo con su cristiana.


Llamo un poco más fuerte. Gimoteo de dolor. Tengo frío. 


Las risas de ganado se detienen. Me han escuchado. Aguardan. Regresan a su tarea. Todos excepto uno que se acerca a explorar. 


Busco mi daga rúnica, la última arma que me queda junto a mi fe en Surt. No es digna de usarse en un combate, pero peor será morir fuera de tierra Sagrada. Quién sabe si acaso mi cuerpo no sea entregado al fuego por estas bestias. 


Se acerca y me mira. Grita mi nombre.


— ¡Bastardos! Sabéis bien quien soy. ¡Surt me protege!


Son una multitud. Vienen todos por mi. Dos caballos relinchan tras de mí.


— ¡Sube! — grita Höðr —. ¡Sube o todo estará perdido! ¡Sois el Ragnarok! 


Por primera vez en la vida. Le obedezco. 

sábado, 3 de junio de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Lección X

Abandono Cataluña después de construir un nuevo templo en honor a Surt. 


Halcón Negro estaba dispuesto a seguir el Camino en el Bosque Sagrado y por eso había querido un templo consagrado al poderoso dios. Además de haber contratado al mejor constructor de los dos sacerdotes bárbaros. 


Se trataba de edificio circular con una pira ardiente en su interior y una cúpula en forma de chimenea para que el humo salga a exterior. Asi, en el fuego se lanzan las ofrendas al dios ya sea vivas o muertas.


Por supuesto para los rituales iniciales no hay nada mejor que cabezas de ganado vivas. Nueve  son arrojadas al fuego para satisfacer a los dioses y espíritus que aún rigen este mundo. A la vez se ahorca a otras nueve en unas vigas instaladas en los laterales del templo haciéndoles unos cortes en los muslos para que viertan su espiritu.


La sangre se recoge en unos cubos a los pies de los ahorcados. La de los seis primeros se mezcla con abundante hidromiel y se reparte entre los presentes. Y son mis más aventajados acólitos, mientras cantan y beben, quienes mojan ramas de pino en los otros tres cubos y pintan las paredes con runas sagradas. Todo ello hasta que se acaba el líquido sagrado. 


El ritual finaliza cuando mato a nueve corderos y los asamos para comer. Después, siempre me retiro para escuchar la voz de mi amo. Son esas noches frenéticas cuando más cerca de sus designios estoy. 


Y ahora me acerco más a mi objetivo final. De momento sólo queda viajar al Bosque Sagrado para explicar la Doctrina a todos los cristianos que allí se juntarán. Todos han escuchado a los Profetas y todos serán tarde o temprano brazos ejecutores del Ragnarok. Rezo para  que Hela y las Nornas no decidan truncar el camino al Elegido de Surt.

viernes, 2 de junio de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Creación del Pozo


Allí tras años de sacrificio de esclavos y una hecatombe digna de Surt, los sacerdotes del Reino de Portugal se reunían para dar la bienvenida al Ragnarok profetizado. 


Bjarki Cagraupa iniciaba los rituales como había aprendido del perverso Lárus Telamónida El Viejo. El esplendor de Portugal había quedado patente tras las grandes maravillas construidas, símbolos de que eran el pueblo elegido. Ellos eran los futuros herederos de Midgard. Del Nuevo Midgard que se abriría ante ellos cuando todo los viejo quedase atrás, cuando todo el mundo pereciese bajo el fuego sagrado de Surt. 


Bjarki se acercó al borde del pozo del Caos y comenzó a decir:


"Habrá un invierno, el llamado

Gran Invierno; soplarán entonces desde todos los confines

tormentas de nieve, hay frío muy grande y cortantes vientos, y

deja de alumbrar el sol. Su duración será de tres inviernos

seguidos sin verano por medio. Pero antes habrá otros tres

inviernos de grandes luchas por todo el mundo: se matan

entonces los hermanos unos a otros llevados de la codicia, y

nadie se detiene ante su padre o su hijo, al cual asesina y se

alza contra su propia sangre."


Miró a Lárus Telamónida y éste subiendo a su lado comenzó a recitar la última parte que habían acordado:


" Del sur viene Surt con el mal de las ramas,

resplandece la espada del dios de los muertos;

rechocan los riscos, rebullen las brujas,

al Hel van todos, el cielo se raja." 


Se hizo el silencio y se encogieron los corazones de los presentes. El verdadero Ragnarok acababa de iniciar. 

miércoles, 31 de mayo de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Carta Global de los Profetas

Nos, 

Lárus Telamónida el Profeta de Fuego y Tierra. 

Y

Bjarki Cagraupa el Profeta de Mar Y Aire. 


Sometemos a nuestro juicio y por tanto, al del mismo Surt,a quienes digan hablar en nombre de los Dioses. Pues solo hay un destino para este mundo, el ocaso y muerte de falsos profetas y sus ídolos. 


Todo aquel que no camine al árbol sagrado de nuestro pueblo y se someta a la verdad absoluta, será condenado al Fuego.


Aquellos que se arrodillen a la verdad. Serán perdonados.


Nosotros somos el Camino. Somos el Ragnarok.

lunes, 29 de mayo de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Lección IX



Aún recuerdo de forma nítida el crepitar de las llamas en Ceuta. Aún estremecen mis nervios los rituales para el sacrificio de Jonás Otsokol. El suicidio, la muerte antinatural o lo que fuese, no iba a librarle de ser entregado a Surt. Nada me había detenido nunca para servir a mi amo. 


Mis acólitos habían dejado marchar al pequeño vástago del falso profeta. Sus desventuras poco me importan. Pero SinCorazon I había fallado en el cometido que le había dado de ejecutar con fuego al moribundo reo. Mi rencor caerá sobre él tarde o temprano. Surt no se merece cadáveres putrefactos. Necesita los cuerpos aún calientes. Necesita las almas abandonando este mundo. 


Todos los que no sé rindan al Gigante de Fuego deben ser pasto de las llamas. Todo aquél que sirva a un falso profeta. Todo aquél que se niegue a servir al Ragnarok y a la muerte de los viejos dioses arderá. Deberán reunirse ante mi los pueblos y pedir misericordia para no ser ganado. Solo habrá dos elecciones: vivir en el nuevo Midgard como Elegidos o morir en el fuego.


Miro a mi aprendiz y su cristiana. Viven encadenados. Comparten mis malos tratos, mis vejaciones y mis insultos. Pero me sirven por igual. Solo espero el día en que decida sacrificarla con mi puñal. 


— Ensilla mi caballo — ordeno a Höðr —. Es hora de ver a mi pariente lejano y hermano. 


— ¿No soy yo el único pariente vivo? — susurra. Aún me odia y eso me estimula —. Ni siquiera lleva el apellido familiar. 


— ¿Eres tan imbecil que nunca te has fijado en el escudo de Cagraupa y el nuestro? Que importan los apellidos. Nada une más que la fe y los antepasados. Nada hay más fuerte que nosotros: los constructores de templos, los sacerdotes de Portugal, los siervos del Ragnarok. Mi voluntad… no… nuestra voluntad es el Camino. 


Nosotros somos el Ragnarok. 


Toque aquí para comenzar a componer ...

viernes, 26 de mayo de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección VIII

https://drive.google.com/uc?export=view&id=1c3ch56VB5mKQCuDkGK_9KazLjaDIN1zc
Mis fieles persiguen al falso profeta por tierra y mar. No importan los costes. Los cazamos uno a uno y los sacrificamos al Gigante de Fuego. Los abrimos en canal para que sus podridas entrañas se desparramen por el suelo, les orinamos, les escupimos y, después, iniciamos la hoguera. No importa a que dios se encomienden. Antes fueron hermanos. Ahora son res. 

Höðr me mira con desprecio mientras canta las letanías. Poco me importa su odio mientras aprenda cada paso de los rituales. Cada gesto. Cada palabra. Él sabe que ha sido elegido como mi discípulo y que mi final se acerca. Sabe que será parte del legado del nuevo Midgard. Más no puedo flaquear cuando ya casi estamos tan cerca de la meta. Tan cerca del Ragnarok. Por eso debo dejar impregnado en su espíritu el gran legado que cargo sobre mis hombros. 

Ese perro callejero e inmundo que se hace llamar Fenrir y no es más que un loco creyéndose superior a los demás mortales debe morir. Tal vez se cree que es igual a mi. Quizás en su locura piensa que es un Elegido por las Nornas para dar el inicio al ocaso de los Dioses. Pero ese soy Yo. Nadie más ha visto los Nueve Reinos. Nadie excepto yo...

Mis caballeros no se cansan. No tienen hambre. No padecen sed. Surt les provee con su fuego infinito. Surt afila sus almas como espadas en el yunque que trabaja eternamente hasta el día del juicio. Ver los escudos azules del falso profeta huir cobardemente les hace rabiar pues todos desean darme la satisfacción del triunfo. 

Ahora viajo para unirme a ellos en la persecución de esa miserable bestia. Daremos tormento a sus cachorros, a su ganado y a él mismo. No dejaremos que un falso profeta arruine nuestra sagrada misión. No quedará nadie en la tierra que pueda arrogarse más el favor de los dioses, pues yo soy quién marcará el final de los mismos. 

Sólo mis hijos de Portugal verán el despertar de un nuevo mundo. Solo aquellos del Reino que escuchen mis palabras y comprendan que soy el Camino. Aquellos que sepan que no hay más que los herederos de Surt y el ganado. Todo aquellos que sepan que Yo Soy el Ragnarok. 

miércoles, 22 de marzo de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección VII

Recuerdo que hacía frío en el castillo cuando empecé a hablar de la verdadera doctrina al jarl Germán Arganson. Oriundo guerrero almeriense que fue expulsado de aquellas desoladas tierras antes que yo las abandonase. A mí nadie me había echado. 
Höðr lloraba acurrucado y desnudo en una esquina, cual perro apaleado. Acababa de conocer famosas lanzas junto a la bestia cristiana. Aún seguía y sigue empecinado en no seguir los dictados del Gigante. Pero acabará doblegado. 

"En cada aldea formamos un círculo con la sangre del ganado capturado en la anterior. Y ya van muchas… no Importan grandes o pequeñas. 

Cada soldado con sumo cuidado acaricia los lindes de los poblados con las extremidades recién cercenadas, aún calientes y goteantes. En los ojos de algunas cabezas aún se ve la luz de sus espíritus desvanecerse mientras iniciamos el ritual. 

Después, y sólo cuando el círculo está completo, avanzan mis tropas. Todos llevan en sus caras las arcaicas runas con el nombre de Surt. Cantan viejas sagas que les enseñé uno por unos. Golpean sus armas contra los escudos. 

El ganado huye y los acaban abatiendo como las bestias infrahumanas que son. Otros tienen suerte de ser capturados para el siguiente ritual. Así año tras año… mes a mes… día a día… 

Lo importante es que Surt nos guía, Surt bendice nuestro actos y los ilumina. Surt, señor de Muspelheim, atiende a su amado siervo. Al mejor. Al único y verdadero profeta del Ragnarok"

Germán me interrumpió. Bebió hidromiel antes de hablar. 

— ¿Los navarros son bestias? Hasta ayer eran nuestros hermanos. Estiy seguro de haber visto que se sacrificaron aldeanos de nuestra creencia. 

Escupí al suelo para alejar espíritus malignos. La hidromiel debía haber obnubilado la mente del jarl. 

— ¿Acaso he mencionado a qué dios adoran? Incluso quienes saben qué se avecina el Ragnarok se doblegan a falsos dioses. ¿No veis que ese tal Otsokol ahora se hace llamar Fenrir? Quienes le sigan merecen la muerte. Sólo hay un Dios para el Ragnarok. Sólo un camino. Yo soy el camino y quién no me siga morirá. Quién no me siga será ganado.

Germán lo entendió al instante. Eso se demostró en el éxito de su defensa de Cataluña. En cómo expulsó al falso profeta y cómo, gracias a mí guía el Reino de Portugal endereza su camino día tras día.
Yo soy el Ragnarok. 

jueves, 2 de marzo de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección VI


Voy al frente de mis tropas. Veo estandartes de todas las naciones y señores. Veo la guerra que se avecina a los lomos de mi viejo caballo. 

Mis soldados, mis acólitos, mis hermanos, me siguen con mil cabezas de ganado bien atadas y recién recolectadas en las tierras de Rosa de España. Será una hecatombe para que Surt nos favorezca.

Höðr camina por detrás de mi caballo. Pisa sus heces y orines como castigo por su desobediencia. Atada a su lado va la cristiana tuerta, desfigurada, semidesnuda y con el cuerpo marcado de cicatrices y quemaduras. Me gusta castigarla antes los ojos sufridores de él. Quiero romperle, doblegarle, torturarle mentalmente. Hacer que acabe sacrificándola cuando llegue el momento. Que crea que es compasión cuando solo estará soltando el lastre de los sentimientos. Lo comprenderá tarde o temprano. 

Veo los estandartes de mis enemigos aunque sean aliados del Rey y el Señor a los que sirvo. Veo con asco sus cruces, sus medialunas,... Escupo al suelo. Perros, ganado de hecatombe. 

Todos morirán. Todos padecerán bajo el fuego cuando llegue el Ragnarok. Sólo quedaremos los hijos de Surt en el bosque de Hodmímir. Pues allí no es que su espada no tenga poder, si no que nos respetará porque somos el pueblo elegido para repoblar esta tierra.

Mis hombres cantan… vamos felices a servir al Gigante. 

https://m.youtube.com/watch?v=tIrjnTvE0KE

miércoles, 1 de marzo de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección V

Höðr mira a una hembra del ganado con ojos golosos. No hay desprecio en él, tampoco lujuria. Parece que sus sentimientos son intensos y profundos. 

Desde la paliza que recibió en Ceuta, no me habla como antes. Solo obedece como un perro apaleado y cuando le hablo no aprende. Me desespera.

— Höðr, aproxímate — obedece fingiendo no estar mirando a la hembra —. ¿Sabes de quién descendemos?

— De Wotan Telamónida. Rey de los Búlgaros, emper… 

Le interrumpo en su letanía. Ya me sé toda aquella historia. 

— ¡Patrañas! — me mira sorprendido, esbozo algo parecido a una sonrisa mientras acaricio mi barba —. Descendemos de Surt. Pertenecemos a la raza escogida para llevar a cabo su misión. Somos los que repoblarán Midgard cuando su espada de fuego lo arrase todo.

— Disculpe. También lo iba a decir — tiembla de miedo ante mi posible castigo —. Somos el pueblo nacido en Muspelheim de la simiente del gigante.

— Por eso mi querido discípulo, no podemos mezclarnos con el ganado. Salvo que queramos ser ganado. ¿Quieres servir de sacrificio a Surt?

Le miro. Agacha la cabeza. Llamo a un par de oficiales para que me traigan a la hembra.

Sucede lo de siempre. Se pelea, se arrastra, llora, grita,... El ganado se alborota en sus jaulas y rediles.

Sacó mi puñal de sacrificios que llevo escondido bajo el pecho. Fue fabricado en los albores del tiempo con afilado sílex, decían los antepasados que era obra del propio Surt. Pocas veces lo uso. Sólo eventos especiales. 

Se lo entrego a Höðr. Mientras postran a la hembra a mis pies. Ahora tiemblan los dos. Sonrío. 

— Nunca has sacrificado con tus manos ganado. Hoy es el día. Una sucia cristiana que adora a falsos dioses. Eso contentará al nuestro señor. ¡Hazlo¡ ¡Hazlo! ¡Hazlo!

Repito la orden para que mis hombres me imiten. Poco a poco la letanía se extiende por la tropa, tapando los llantos y maldiciones del resto de ganado. 

Höðr llora. Le gusta la hembra. Es débil ante unos ojos hermosos y una cara bonita. No ve a esa inmundicia como lo que es: ganado. Nosotros no podemos perder nuestra fuerza vital con los animales. Nuestra tarea no admite ese tipo de debilidades. 

El niño arroja el sagrado puñal al suelo y la abraza. Ha decidido ser débil. Implora clemencia por ella con sus propias lágrimas. Sus mocos infantiles derramando se por sus narices. 

— Tendré piedad de ti — le digo, será difícil dar con un pariente al que educar desde cero. Pero lo disfrazó como favor para él —. De ella… 

Recojo el puñal y apartándole de una patada, agarro el rostro de la hembra. Le salto un ojo, le rajo media cara,... Höðr sigue implorando. Los Oficiales ríen conmigo. 

Disfruto con la sangre. 

Gozo con el sufrimientos. 

Siento el calor de la morbosa satisfacción. 

El chico tiene que aprender. No viviré para siempre y Surt necesitará a sus elegidos cuando llegue el Ragnarok.

lunes, 27 de febrero de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección IV

África. ¡Qué hermosos son los desiertos arrasados por las lenguas de fuego de Freyr! Me gusta pensar que cuando llegue el Ragnarok la tierra que piso quedará de esa forma. 

Cuerpos de cristianos arrasados por el fuego han quedado atrás. Todos muertos para glorificar a Surt y su espada de fuego. Todos sirviendo de comida a los buitres, los cuervos y, por supuesto, a Hela. Mi amada Hela, hija de Loki. Reina de Helheim. 

Granada me mira nervioso mientras nuestras tropas descansan plácidamente en las costas de Ceuta. Rompe el silencio. 

— Se dice que todo el Telamónida que desembarca en estas playas, acaba mal… 

Resoplo. 

Con el paso de los años mi vista ya no es tan aguda, mi voz no es tan firme, mi manos no son tan fuertes… pero sé más cosas de las que el chico cree. He sido bendecido por Hugin y Munin. He probado las putas entrañas de mil cuervos en su honor y me arranqué un ojo antes de beber en el agua que rebosa de la fuente de Mimir. Sólo un sorbo a los pies de Ygdrassil para ser el ser tan perfecto que soy. 

Sé infinitamente más que este octavo aprendiz, sangre de mi sangre. Tal vez sangre no tan pura, pero si sangre de Telamón.

África hace ya décadas que recibió al puto San Atenodoro II y sus parafernalias. Le molieron a palos con lo absurdo de su Cruzada. No puedo evitar descojonarme del imbécil. Luego la Hermandad que llevaba su nombre dirigida por un vil cristiano también llegó aquí y acabó diseminada...expuesta,perseguida… 

— No somos cristianos de mierda. ¿Acaso te olvidas de a quién servimos? Estas tierras serán de los Ieraks y los camellos de por vida. Pero más al sur, es donde los servidores de Surt encontramos las fuerzas.

— Lo sé, maestro… ¿pero no está dando problemas Álvaro de Bazán? ¿No debíamos doblegarlo en un día, tras tantos sacrificios?

— Te crees que los dioses deben recompensa a los mortales como nosotros. Ingenuo. 

Escupo su rostro con una flema verde y oscura que me sale del fondo de la garganta. 

— Surt nos proveerá, pero no hará nuestro camino más fácil o triunfal. Nuestras obras, nuestros templos.. Son esos campos llenos de cuerpos carbonizados y destrozados, eso es lo que debemos dar y lo damos. Recogemos ganado y lo sacrificamos a nuestro poderoso Señor. 

— ¿Y que pensamos hacer ahora?

—Te llamarás desde hoy Höðr, pues eres tan idiota como el hijo de Odin.

Con una mano llamo a dos oficiales. Se acercan enturbiados por la hidromiel pero felices. Les señalo al chico de apenas doce inviernos.

— Acaba de recibir un nuevo nombre: Höðr.

No digo más. Sólo uno de esos enorme oficiales le agarra por los brazos para dejarle inmóvil mientras el otro le lanza un puñetazo en cada ojo. Sus manos son el doble de grandes que la cabeza del chico.

En el primer golpe siento crujir la nariz y la mandíbula con morbosa satisfacción. El chico tardará horas en despertar. 

jueves, 16 de febrero de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección III

Miro la hoguera que ha preparado mi discípulo. Contemplo el corral en que mis lanceros han encerrado a mi ganado traído de Almería y Murcia. 

Sonrío con malicia. Disfruto cada vez que tomo aire y veo en sus rostros la fatalidad. Puede que note el espíritu del gigante Surt en mis venas. Fuego… sangre…

— Granada, busca una virgen en el ganado. Si yerras habrá castigo y cambio de nombre. 

Lo cierto es que ya no recuerdo ni su nombre de nacimiento. 

Obedece. El ganado se resiste. Los lanceros intervienen. Lloran, gritan,... Rezan a su falso dios. Escupo el sucio rostro de la hembra que me traen, apenas un corderito. Ella llora. Gimotea. Sabe lo que le espera. 

Cojo la mano cortada a mi antiguo prisionero el Duque Pelayo. El Manco. El Solitario. El Perdido. 

Felicito a mi aprendiz. Pocas vírgenes debe haber en el ganado tras pasar por las manos de mis lanceros tantos días de viaje. Los mejores entre ellos pueden hacer lo que quieran al ganado sin matarlo. 

— Vas a lo seguro…bien hecho Granada. Creí que esto iba a ser una nueva lección si fallabas. Bueno, contará como una. Algo habrás aprendido. 

Atamos al ganado a la pira. No cesa en su obstinación, se niega aceptar el glorioso destino. Eso no agradará a Surt. Tomo mi cuchillo de caza y la degüello. Da varios espasmos mientras los demás gritan por ella. Habrá que sacrificarlos a todos de la misma forma pero las vírgenes agradan al poderoso gigante casi tanto como el fuego. 

— Será un día que recordar. El Destructor del Mundo nos guíe.

Mientras encendemos la pira veo un pequeño crucifijo en el suelo. Escupo sobre él. Putos cristianos. Puto Midgard.

miércoles, 15 de febrero de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Carta Privada al Duque Pelayo

Bienvenido seáis, 

Probablemente os escapeis u os liberen. Ya que parece ser que la Ejecución no puede prepararse adecuadamente sin mi espléndida presencia.

He dado orden a mis fieles de que os corten la mano diestra. Parece ser que era con la que cogíais la espada y con la que leiais los mapas. Estoy seguro que mientras la espada de fuego os la amputa maldecireis al Destino. Tomarme por maestro en esta lección y, recordaréis durante el resto de vuestra vida la importancia de saber leer un mapa o de no viajar nunca sólo en mitad de una guerra.

sábado, 11 de febrero de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección II

Granada me da la carta al pie de la hoguera del campamento. Está escrita con la tinta más hermosa: sangre. Sangre ocre por el paso de los días. Sangre de mi ganado. De los débiles. De aquellos que no verán la espada de Surt arrasar los Mundos. 

— Se han detectado algunas tropas de Telamónida explorando tu feudo 86-344.

El mensaje es confuso. Desde hace días me llegan noticias de los feudos y escaramuzas que van perdiendo mis fieles. No logro entender. Mis fieles me informan de su propia actividad.

Disimulo.

Granada me mira confuso. 

Finjo. 

Destruyo la carta en la hoguera. Pregunto al chico. 

— ¿Era importante?

— ¿Vamos perdiendo la guerra? No dejan de llegar cartas. 

Suspiro. No aprende. No sabe qué a veces es mejor el silencio. La rabia que me provoca su estulticia es difícil de soportar. Le golpeó con mi bastón. Una, dos, veinte veces. Llora, sangra, disfruto con su sufrimiento. 

Afirmo con rotundidad mientras rio. 

— Es imposible perderla cuando las nornas nos han marcado ese destino. 

martes, 7 de febrero de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección I

A lo lejos veo, la Ciudad de Zaragoza. Desde el sur me llegan noticias de guerra en Almería. Rio. Echaba de menos estas cosas. 

— ¡¡Juguemos a un juego aprendiz!! Escoge una mano. Si eliges sabiamente te comes lo que tenga en ellas. 


Muestro las dos. Escoge tras pensar unos minutos. 


—¡Te felicito! en las dos tengo mierda. No.. . No me mires así… una es Almería y la otra acaba de salir de mi trasero. Pero te vas a comer la que has elegido. 


Rio a carcajadas. Estampo mi mano en su rostro. 


— Desde hoy te llamaré Granada. Aunque en tu caso no te ganas una guerra, ni un enemigo para lo que me quede de vida.


Rio a carcajadas. ¡Que bello es volver! 

miércoles, 1 de febrero de 2023

Abraham Telamónida-Von AS, el buen judío inglés - 10.1 Epílogo o Crónicas Cítricas Capítulo 10, escrito por Lady Clementina

Cuadro de La Casita de Gema

Bizancio, 1002 d. de J.C. 

EPISODIO 10 Y ÚLTIMO


AUDIO: https://voca.ro/126DMkAAeMS5



La primera luz del amanecer ya penetraba a través de las cortinas que cubrían las ventanas, la diminuta llama de una lámpara creaba indistintas sombras alrededor de la habitación.

Y Clementina pensaba qué poco duraron los días de festejos, pasaron unos meses y todos los reinos parecían que tenían demasiada ansia de poder y solo pensaban en crear conflictos bélicos.

El pobre Imperio Bizantino era utilizado por todos como pretexto para abrir frentes en todas partes y Clementina no sabía de qué lado ponerse por que realmente todos querían lo mismo, que Bizancio desapareciera, bien porque querían sus tierras o bien porque querían que fuera su corte.

Las guerras cada vez eran más próximas a las tierras de Bizancio y los bizantinos estaban asustados ya que aún no se habían recuperado de la última guerra y eran una presa fácil para cualquier reino.
Los ataques de los saqueadores eran constantes y mellaban en la prosperidad del Reino.

La muchacha pensaba que tenía que ser bonito disponer del mapa de todos los reinos frente a ti y decir “¿A quién atacamos señores?” …eso nunca pasaría en Bizancio. Ella intentó hasta el final ser neutral en todas las declaraciones, pero llegó un momento que esto ya no fue posible y tubo que decidir junto a sus nobles cuál sería su posición en el tablero.

Pasaron unos días y Clementina se encontraba caminando lenta e indolentemente por el huerto, la joven miró por encima del muro en dirección a la larga fila de soldados que se encontraban apostados sobre la cima de la colina, había estado enferma un tiempo y no había podido decidir el futuro del reino y ahora se veía en medio de ninguna parte. 

Cuando se encontraba sola, una inmensa sensación de desdicha la abrumaba, luego, se llevaba las manos al vientre y esa sensación la abandonaba.

De repente, creyó estar imaginando cuando vio a un jinete acercarse a la entrada de la ciudadela.
La muchacha caminó por entre los árboles hasta los límites del huerto, con la certeza de que la visión no tardara en desaparecer. 

Se recogió las faldas para dirigirse hacia la mansión. Aceleró el paso gradualmente, hasta atravesar corriendo los inmensos portalones. 
Al llegar al patio, se detuvo de repente, ya que reconoció al enorme caballo de Abraham que un encargado conducía hacia el establo. 
El jinete ya había desaparecido. El corazón de la joven comenzó a latir con violencia. 
Corrió entonces hasta la sala y, al atravesar las puertas, volvió a detenerse abruptamente….

martes, 31 de enero de 2023

Abraham Telamónida-Von AS, el buen judío inglés - 10. La Decisión

¿Habéis estado alguna vez en un camino del qué no podéis escapar? Quiero decir… Un camino para nada tortuoso, como si sus adoquines fuesen de algodón. Un camino con manzanas de oro que te alimentan y sacian como los generosos pechos de una matrona a un bebé. ¿Os habéis visto alguna vez metidos de lleno en un zarzal de caricias y amor sin salida? Una senda dorada que nadie querría abandonar a excepción de mi. 


Alli en un pequeño altar sin Yavhé y frente al mismo Rey-Cardenal Magnus Noir, el Santo Padre Giacomo I y el inglés Yuth como testigos iba a legalizar mi unión con Oksana Dragunova. Acto que un verdadero Telamónida nunca había hecho y los Von AS demasiadas veces. Y era suficiente verlos reunidos para saber lo que significaba aquel acto. Más era consciente que no era mi Destino.


Así que una vez se apagaron las velas. Una vez llegó la noche de consumar el matrimonio, bajé a las cuadras. Recogí mi semental y galopé. Galopé hasta Samotracia. Cabalgué hacia la que era la mujer que amaba. Partí al jardín de las naranjas de la Basilea...hacia Clementina. 

miércoles, 11 de enero de 2023

Abraham Telamónida-Von, el buen judío inglés - 9. Mis Decisiones II


Envuelta en la púrpura imperial seguía siendo la misma muchacha que había dejado atrás. Ascendída, sin mucha convicción, por los más notables Bizantinos quienes no dudaban en su recto manejo. Y ¿quién podía dudar de ella? Cómo a la misma Eva habían encontrado aquellos descarriados a una madre. Era Lot en Sodoma. Era la dignidad en sí misma. 

No tardé demasiado en enfrentar mis Demonios y declararme suyo. Fiel servidor de otro Reino al que sería capaz de traicionar a una palabra suya. Nos amamos. Más nunca me pidió dejarlo 

Y, fue entonces cuando un judío pobre con sólo 3 oros en su haber, lo dejó todo. No hubo Inglaterra, no más búsqueda sobre los restos de su Familia, no más negocios, .. Solo se dejó vivir. Vivir por ella y vivir hasta que sonaron los tambores de guerra. Vivir hasta que Oksana le llamó al altar y no supo qué debía hacer…. 

martes, 10 de enero de 2023

Abraham Telamónida-Von AS, el buen judío inglés - 8. Mis Decisiones I

Llegué a conocerla en casa del hermano Pasíôn de Atenas. Oksana me esperaba ataviada para la guerra con sus cabellos dorados ondeando al viento. Los ojos que habían visto hombres de mayor porte al mio con idéntica devoción me escrutaron. Me sentí como los miles de guerreros que la tenían por última visión en este mundo. Muerto. 

Fue tal el impacto tan grande conocerla que me comporté como un cactus durante horas. Hasta que recobre mi compostura, en parte, gracias a Pasíôn y la cercanía que ella emanaba. 

Así fueron varios días de compartir frugales comidas y cenas. Días en que debo admitir que mi devoción por ella descendía pero la pasión aumentaba. Días en que acabamos metidos en su alcoba dando rienda suelta a nuestros más bajos instintos. Días en que sentía a la par un gran pesar. 

Sin saber como estaba prometido a la líder de una Confederación varega. Había sido gratificante el encuentro pero a la vez algo comía mi alma y me devoraba a mi mismo. Era Job en la ballena. Y solo echaba de menos a Lady Clementina. 

lunes, 9 de enero de 2023

Abraham Telamónida-Von AS, el buen judío inglés - 7.1 Crónicas Cítricas Capítulo 9,escrito por Lady Clementina

EPISODIO 9


AUDIO: https://www.vocaroo.com/lFgGZunfpfd


DE COMO CLEMENTINA LLEGA A EMPERATRIZ
Pasaron los meses en Bizancio y aquello que a Clementina le parecían meras amistades, con el tiempo, fueron siendo fuertes aliados que llevaron a Clementina a ser lo que realmente era, una noble de renombre en el Imperio Bizantino, las visitas de esas personas a sus tierras fueron numerosas y ella estaba encantada.
Su tía Fabia fue desterrada de las tierras de Clementina y ella tomó de nuevo el poder de sus feudos y habitantes. 
La boda con lord Constantino de Athos, por supuesto fue cancelada y ella se prometió a si misma que no volvería a pensar en nupcias si no era extremadamente necesario.
Pero un día, Clementina se encontraba pintando, como de costumbre, y llegó corriendo Ágata, el ama de llaves de la casa, antes la antigua criada…
—¡¡¡¡Mi señora, mi señora!!!!, ha llegado una carta para usted, parece importante…—dijo Ágata recuperando el aliento, mientras se apoyaba en el marco de la gruesa puerta de los aposentos.
Clementina abrió presurosa el mensaje, en ella se explicaba que los nobles que quedaban en el Imperio después de la devastadora guerra, a falta del emperador, la proponían para ser la nueva emperatriz…la muchacha no se lo podía creer, de desplumar gansos hacía unos años a disponer de semejante título.
Sus pensamientos eran agitados en ese momento y no sabía qué hacer, aceptar ese honor y todo lo que ello conllevaba o seguir con su apacible vida…era una difícil decisión.
Pero esa solo fue la primera de las cartas, altos cargos de otros reinos le escribieron recomendando que si ella era emperatriz la paz y la prosperidad se restauraría en el imperio, así que después de vacilar mucho aceptó el cargo y los preparativos para su coronación empezaron.
Se enviaron invitaciones y se engalanó la ciudadela, el templo y alrededores para este magnífico evento.
Ese día había trovadores y juglares que aclamaban las virtudes de la nueva emperatriz, justas y torneos, música y jolgorio… todos los nobles y la plebe estaban invitados al enorme banquete con exquisitas viandas; carnes maceradas, pescado en salazón, verduras salteadas, frutas cristalizadas, miel como la seda, manzanilla, licores de hierba con sabor a dulce sabia….Junto a la entrada, una gigantesca mesa se hallaba repleta de queso y pan fresco, y a su lado burbujeaba un inmenso caldero de sidra…