miércoles, 4 de octubre de 2023

La Estirpe de los Citrus - Primer Citrico


Querido diario:


Te escribo siguiendo los consejos de mi fiel asesor. Tal y como el me ha dicho siempre, si dejo escrito lo que hago, no estará mi espíritu tan turbado y confundido. Así qué entre sus consejos y los tuyos podré volver a la senda de la estabilidad. 


Hoy he establecido mi principal en Rennes. Es el sitio idóneo para que la Compañía de los Cítricos Orgullosos de Oriente o CCOO, comience su prometedor futuro.


Como decía mi padre inglés, aquel viejo judio de viaje eterno a Lesbos en pos del amor: No existe empresa que un Telamónida no pueda llevar a cabo. Así fue que mi buena madre pareciera que le seguía esperando en el último reducto del Imperio Bizantino que se desmoronaba. 


Pero olvidemos el pasado y hablemos de mi prometedor futuro.


He sembrado naranjos y limoneros por toda la Región. Los campesinos me dicen que no podemos por el clima y varios reclutas desaparecieron con los brotes en los pantanos. ¡¡No sea jodido!! Cuando fuimos en su búsqueda habían desertado al ser atacados por vulgares campesinos. Gente que hizo arder los preciado retoños. 


Siguiendo las viejas tradiciones de algunos miembros de la Casa de Telamón fui a dialogar con los campesinos y les hice entender que todo aquello estaba mal a muchos. 

Otros se negaron a ver los beneficios de mis trabajos…asi que siguiendo las nuevas tradiciones de algunos miembros de la Casa de Telamón… 


Bueno. No quiero ser explícito pero, te diré, que las cenizas abonan la tierra una vez dejan de humear.


Creo que por hoy, seguiré conquistando ríos y costas. Más ricos para los frutales. El oro caerá del cielo… ¡¡qué prometedor futuro!! 

lunes, 5 de junio de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Lección XII


Höðr y la cristiana siguen encadenados uno al otro. Pero yo no tengo las llaves del cierre… las perdí cuando batallaba con los dos enganchados a mi caballo.


La hembra ha cubierto mi herida pese al asco que me produce que me toque con sus sucias manos. La he abofeteado un par de veces mientras me cambia las vendas. Höðr me mira asqueado. Siente un vínculo demasiado estrecho conmigo y no puede romperlo. Me teme seguramente a la par que me venera. 


Estamos llegando al Bosque Sagrado pero me han apoyado para descansar contra un viejo castaño. El último refugio para los creyentes en Surt y su fuego del Ragnarok. El bosque de Hodmímir se mostraba ante mí dispuesto a acogerme para el gran final. Era el Destino de mi Camino. 


Una lágrima salada brota de mi ojo sano por primera vez en décadas. Se resbala por las arrugas  de mi cara enjuta hasta caer en las manos de la niña maltratada que me atiende. Sorpresivamente, siento que otra lagrima con el color del atardecer se desliza por la cuenca del ojo que me falta y acaba en las pequeñas manos.


— Llegan los milagros con solo ver el bosque de los dioses… — señalo la arboleda de fresnos —. Höðr… somos el futuro. Los Elegidos… Cuando lleguemos comenzarán los tres largos inviernos y después morirán los viejos dioses….pero hay que avisar a Surt de que todo está listo para que vaya desenvainando su espada.


Me mira. Sonríe. Veo que disfruta con la idea. Me comprende. Me entiende. Es digno sucesor. 


— ¿Es la última lección entonces? ¿Este es el final del mundo? ¿El final del Camino? 


— Si — cojo mi puñal de sílex y se lo entrego como hacía años ante cuando descubrí sus amoríos —. Es fácil. A veces hay que sacrificar lo más ridículo para completar una obra mayor. ¿Lo entiendes? 


Miro a la hembra y después a mi discípulo. Rio con satisfacción al ver su determinación en los ojos. Así que usando las cadenas y las fuerzas que me quedan la agarró a ella contra mí. Su cuerpo se revuelve pero la empiezo a estrangular con mi antebrazo. Sabe que vamos a hacer.


Höðr comprende los pasos y recita una letanía. Está encadenado a ella y se ve arrastrado al suelo por mi brusca acción. La hembra patalea y grita. Mi discípulo sonríe con cada palabra que susurra. Ya es parte de mi. Sabe que debe hacer. 


— Lárus… —me dice interrumpiendo el ritual —. Creo que ya se mi nombre. He sido iluminado. 


— Sí. Eres Skoll devorando al Sol. Tu marcas el ocaso en este momento. ¡Hazlo! 


— No. Soy luz, nunca seré oscuridad como tú. Soy Lífþrasir y ella es Lif. 


Noto como el puñal me corta la garganta. Apenas siento la decepción… apenas logro entender qué ha pasado… apenas veo el Bosque Sagrado… apenas… ape… 

domingo, 4 de junio de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Lección XI


Cadáveres. Fuego.


Contemplo los cuerpos apelotonados de mis discípulos. Veo con satisfacción como son arrojados por el ganado de la Monja Sor Catalina al fuego. Surt estará complacido de que sus fieles ardan por su gloria. 


Una herida me cruza la cadera de parte a parte. Un caballero, un ballestero,... En el frenesí de la batalla no distinguía a quien me atacaba. Todo era euforia por el Ragnarok que hemos desatado Bjarki y yo. 


Todos el ganado se revuelve. Enarbolan las banderas de la cobardía… si no fuese por la herida diría que siento lo más parecido al extasis. Surt guió nuestros caminos, hemos sido el Camino al Ragnarok. Ahora solo queda reunirme con los elegidos en el Bosque Sagrado. 


Busco a Höðr mientras me arrastró entre una montaña de caballos muertos. Sus entrañas esparcidas por la hierba roja, por los rastrojos de esta tierra levantina. Le llamo, pero mi voz es apenas un susurro. Nadie me responde… pero sé que el chico está cerca. Iba encadenado a mi caballo con su cristiana.


Llamo un poco más fuerte. Gimoteo de dolor. Tengo frío. 


Las risas de ganado se detienen. Me han escuchado. Aguardan. Regresan a su tarea. Todos excepto uno que se acerca a explorar. 


Busco mi daga rúnica, la última arma que me queda junto a mi fe en Surt. No es digna de usarse en un combate, pero peor será morir fuera de tierra Sagrada. Quién sabe si acaso mi cuerpo no sea entregado al fuego por estas bestias. 


Se acerca y me mira. Grita mi nombre.


— ¡Bastardos! Sabéis bien quien soy. ¡Surt me protege!


Son una multitud. Vienen todos por mi. Dos caballos relinchan tras de mí.


— ¡Sube! — grita Höðr —. ¡Sube o todo estará perdido! ¡Sois el Ragnarok! 


Por primera vez en la vida. Le obedezco. 

sábado, 3 de junio de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Lección X

Abandono Cataluña después de construir un nuevo templo en honor a Surt. 


Halcón Negro estaba dispuesto a seguir el Camino en el Bosque Sagrado y por eso había querido un templo consagrado al poderoso dios. Además de haber contratado al mejor constructor de los dos sacerdotes bárbaros. 


Se trataba de edificio circular con una pira ardiente en su interior y una cúpula en forma de chimenea para que el humo salga a exterior. Asi, en el fuego se lanzan las ofrendas al dios ya sea vivas o muertas.


Por supuesto para los rituales iniciales no hay nada mejor que cabezas de ganado vivas. Nueve  son arrojadas al fuego para satisfacer a los dioses y espíritus que aún rigen este mundo. A la vez se ahorca a otras nueve en unas vigas instaladas en los laterales del templo haciéndoles unos cortes en los muslos para que viertan su espiritu.


La sangre se recoge en unos cubos a los pies de los ahorcados. La de los seis primeros se mezcla con abundante hidromiel y se reparte entre los presentes. Y son mis más aventajados acólitos, mientras cantan y beben, quienes mojan ramas de pino en los otros tres cubos y pintan las paredes con runas sagradas. Todo ello hasta que se acaba el líquido sagrado. 


El ritual finaliza cuando mato a nueve corderos y los asamos para comer. Después, siempre me retiro para escuchar la voz de mi amo. Son esas noches frenéticas cuando más cerca de sus designios estoy. 


Y ahora me acerco más a mi objetivo final. De momento sólo queda viajar al Bosque Sagrado para explicar la Doctrina a todos los cristianos que allí se juntarán. Todos han escuchado a los Profetas y todos serán tarde o temprano brazos ejecutores del Ragnarok. Rezo para  que Hela y las Nornas no decidan truncar el camino al Elegido de Surt.

viernes, 2 de junio de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Creación del Pozo


Allí tras años de sacrificio de esclavos y una hecatombe digna de Surt, los sacerdotes del Reino de Portugal se reunían para dar la bienvenida al Ragnarok profetizado. 


Bjarki Cagraupa iniciaba los rituales como había aprendido del perverso Lárus Telamónida El Viejo. El esplendor de Portugal había quedado patente tras las grandes maravillas construidas, símbolos de que eran el pueblo elegido. Ellos eran los futuros herederos de Midgard. Del Nuevo Midgard que se abriría ante ellos cuando todo los viejo quedase atrás, cuando todo el mundo pereciese bajo el fuego sagrado de Surt. 


Bjarki se acercó al borde del pozo del Caos y comenzó a decir:


"Habrá un invierno, el llamado

Gran Invierno; soplarán entonces desde todos los confines

tormentas de nieve, hay frío muy grande y cortantes vientos, y

deja de alumbrar el sol. Su duración será de tres inviernos

seguidos sin verano por medio. Pero antes habrá otros tres

inviernos de grandes luchas por todo el mundo: se matan

entonces los hermanos unos a otros llevados de la codicia, y

nadie se detiene ante su padre o su hijo, al cual asesina y se

alza contra su propia sangre."


Miró a Lárus Telamónida y éste subiendo a su lado comenzó a recitar la última parte que habían acordado:


" Del sur viene Surt con el mal de las ramas,

resplandece la espada del dios de los muertos;

rechocan los riscos, rebullen las brujas,

al Hel van todos, el cielo se raja." 


Se hizo el silencio y se encogieron los corazones de los presentes. El verdadero Ragnarok acababa de iniciar. 

miércoles, 31 de mayo de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Carta Global de los Profetas

Nos, 

Lárus Telamónida el Profeta de Fuego y Tierra. 

Y

Bjarki Cagraupa el Profeta de Mar Y Aire. 


Sometemos a nuestro juicio y por tanto, al del mismo Surt,a quienes digan hablar en nombre de los Dioses. Pues solo hay un destino para este mundo, el ocaso y muerte de falsos profetas y sus ídolos. 


Todo aquel que no camine al árbol sagrado de nuestro pueblo y se someta a la verdad absoluta, será condenado al Fuego.


Aquellos que se arrodillen a la verdad. Serán perdonados.


Nosotros somos el Camino. Somos el Ragnarok.

lunes, 29 de mayo de 2023

Lárus Telamónida y sus lecciones - Lección IX



Aún recuerdo de forma nítida el crepitar de las llamas en Ceuta. Aún estremecen mis nervios los rituales para el sacrificio de Jonás Otsokol. El suicidio, la muerte antinatural o lo que fuese, no iba a librarle de ser entregado a Surt. Nada me había detenido nunca para servir a mi amo. 


Mis acólitos habían dejado marchar al pequeño vástago del falso profeta. Sus desventuras poco me importan. Pero SinCorazon I había fallado en el cometido que le había dado de ejecutar con fuego al moribundo reo. Mi rencor caerá sobre él tarde o temprano. Surt no se merece cadáveres putrefactos. Necesita los cuerpos aún calientes. Necesita las almas abandonando este mundo. 


Todos los que no sé rindan al Gigante de Fuego deben ser pasto de las llamas. Todo aquél que sirva a un falso profeta. Todo aquél que se niegue a servir al Ragnarok y a la muerte de los viejos dioses arderá. Deberán reunirse ante mi los pueblos y pedir misericordia para no ser ganado. Solo habrá dos elecciones: vivir en el nuevo Midgard como Elegidos o morir en el fuego.


Miro a mi aprendiz y su cristiana. Viven encadenados. Comparten mis malos tratos, mis vejaciones y mis insultos. Pero me sirven por igual. Solo espero el día en que decida sacrificarla con mi puñal. 


— Ensilla mi caballo — ordeno a Höðr —. Es hora de ver a mi pariente lejano y hermano. 


— ¿No soy yo el único pariente vivo? — susurra. Aún me odia y eso me estimula —. Ni siquiera lleva el apellido familiar. 


— ¿Eres tan imbecil que nunca te has fijado en el escudo de Cagraupa y el nuestro? Que importan los apellidos. Nada une más que la fe y los antepasados. Nada hay más fuerte que nosotros: los constructores de templos, los sacerdotes de Portugal, los siervos del Ragnarok. Mi voluntad… no… nuestra voluntad es el Camino. 


Nosotros somos el Ragnarok. 


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viernes, 26 de mayo de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección VIII

https://drive.google.com/uc?export=view&id=1c3ch56VB5mKQCuDkGK_9KazLjaDIN1zc
Mis fieles persiguen al falso profeta por tierra y mar. No importan los costes. Los cazamos uno a uno y los sacrificamos al Gigante de Fuego. Los abrimos en canal para que sus podridas entrañas se desparramen por el suelo, les orinamos, les escupimos y, después, iniciamos la hoguera. No importa a que dios se encomienden. Antes fueron hermanos. Ahora son res. 

Höðr me mira con desprecio mientras canta las letanías. Poco me importa su odio mientras aprenda cada paso de los rituales. Cada gesto. Cada palabra. Él sabe que ha sido elegido como mi discípulo y que mi final se acerca. Sabe que será parte del legado del nuevo Midgard. Más no puedo flaquear cuando ya casi estamos tan cerca de la meta. Tan cerca del Ragnarok. Por eso debo dejar impregnado en su espíritu el gran legado que cargo sobre mis hombros. 

Ese perro callejero e inmundo que se hace llamar Fenrir y no es más que un loco creyéndose superior a los demás mortales debe morir. Tal vez se cree que es igual a mi. Quizás en su locura piensa que es un Elegido por las Nornas para dar el inicio al ocaso de los Dioses. Pero ese soy Yo. Nadie más ha visto los Nueve Reinos. Nadie excepto yo...

Mis caballeros no se cansan. No tienen hambre. No padecen sed. Surt les provee con su fuego infinito. Surt afila sus almas como espadas en el yunque que trabaja eternamente hasta el día del juicio. Ver los escudos azules del falso profeta huir cobardemente les hace rabiar pues todos desean darme la satisfacción del triunfo. 

Ahora viajo para unirme a ellos en la persecución de esa miserable bestia. Daremos tormento a sus cachorros, a su ganado y a él mismo. No dejaremos que un falso profeta arruine nuestra sagrada misión. No quedará nadie en la tierra que pueda arrogarse más el favor de los dioses, pues yo soy quién marcará el final de los mismos. 

Sólo mis hijos de Portugal verán el despertar de un nuevo mundo. Solo aquellos del Reino que escuchen mis palabras y comprendan que soy el Camino. Aquellos que sepan que no hay más que los herederos de Surt y el ganado. Todo aquellos que sepan que Yo Soy el Ragnarok. 

miércoles, 22 de marzo de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección VII

Recuerdo que hacía frío en el castillo cuando empecé a hablar de la verdadera doctrina al jarl Germán Arganson. Oriundo guerrero almeriense que fue expulsado de aquellas desoladas tierras antes que yo las abandonase. A mí nadie me había echado. 
Höðr lloraba acurrucado y desnudo en una esquina, cual perro apaleado. Acababa de conocer famosas lanzas junto a la bestia cristiana. Aún seguía y sigue empecinado en no seguir los dictados del Gigante. Pero acabará doblegado. 

"En cada aldea formamos un círculo con la sangre del ganado capturado en la anterior. Y ya van muchas… no Importan grandes o pequeñas. 

Cada soldado con sumo cuidado acaricia los lindes de los poblados con las extremidades recién cercenadas, aún calientes y goteantes. En los ojos de algunas cabezas aún se ve la luz de sus espíritus desvanecerse mientras iniciamos el ritual. 

Después, y sólo cuando el círculo está completo, avanzan mis tropas. Todos llevan en sus caras las arcaicas runas con el nombre de Surt. Cantan viejas sagas que les enseñé uno por unos. Golpean sus armas contra los escudos. 

El ganado huye y los acaban abatiendo como las bestias infrahumanas que son. Otros tienen suerte de ser capturados para el siguiente ritual. Así año tras año… mes a mes… día a día… 

Lo importante es que Surt nos guía, Surt bendice nuestro actos y los ilumina. Surt, señor de Muspelheim, atiende a su amado siervo. Al mejor. Al único y verdadero profeta del Ragnarok"

Germán me interrumpió. Bebió hidromiel antes de hablar. 

— ¿Los navarros son bestias? Hasta ayer eran nuestros hermanos. Estiy seguro de haber visto que se sacrificaron aldeanos de nuestra creencia. 

Escupí al suelo para alejar espíritus malignos. La hidromiel debía haber obnubilado la mente del jarl. 

— ¿Acaso he mencionado a qué dios adoran? Incluso quienes saben qué se avecina el Ragnarok se doblegan a falsos dioses. ¿No veis que ese tal Otsokol ahora se hace llamar Fenrir? Quienes le sigan merecen la muerte. Sólo hay un Dios para el Ragnarok. Sólo un camino. Yo soy el camino y quién no me siga morirá. Quién no me siga será ganado.

Germán lo entendió al instante. Eso se demostró en el éxito de su defensa de Cataluña. En cómo expulsó al falso profeta y cómo, gracias a mí guía el Reino de Portugal endereza su camino día tras día.
Yo soy el Ragnarok. 

jueves, 2 de marzo de 2023

Lárus Telamónida y sus Lecciones - Lección VI


Voy al frente de mis tropas. Veo estandartes de todas las naciones y señores. Veo la guerra que se avecina a los lomos de mi viejo caballo. 

Mis soldados, mis acólitos, mis hermanos, me siguen con mil cabezas de ganado bien atadas y recién recolectadas en las tierras de Rosa de España. Será una hecatombe para que Surt nos favorezca.

Höðr camina por detrás de mi caballo. Pisa sus heces y orines como castigo por su desobediencia. Atada a su lado va la cristiana tuerta, desfigurada, semidesnuda y con el cuerpo marcado de cicatrices y quemaduras. Me gusta castigarla antes los ojos sufridores de él. Quiero romperle, doblegarle, torturarle mentalmente. Hacer que acabe sacrificándola cuando llegue el momento. Que crea que es compasión cuando solo estará soltando el lastre de los sentimientos. Lo comprenderá tarde o temprano. 

Veo los estandartes de mis enemigos aunque sean aliados del Rey y el Señor a los que sirvo. Veo con asco sus cruces, sus medialunas,... Escupo al suelo. Perros, ganado de hecatombe. 

Todos morirán. Todos padecerán bajo el fuego cuando llegue el Ragnarok. Sólo quedaremos los hijos de Surt en el bosque de Hodmímir. Pues allí no es que su espada no tenga poder, si no que nos respetará porque somos el pueblo elegido para repoblar esta tierra.

Mis hombres cantan… vamos felices a servir al Gigante. 

https://m.youtube.com/watch?v=tIrjnTvE0KE