domingo, 13 de noviembre de 2022

El provinciano de Aragón, Sancho Garcés - 7. "De cómo sacar una ventaja donde no debería haberla"

— ¡Imposible! — exclamó Sancho mientras asistía a la novicia —. Estaba a cargo de las monjas de clausura que hacen las Galletitas al Obispo Shylock. No la escogí sabiendo lo bien educada que estaba aunque en estas semanas se haya ganado mi corazón. 

BlackCrow meneaba la cabeza. Estaba muy claro que sabía más cosas que el joven.

— ¿Por qué sabéis su origen? ¿Estáis seguro? — Sancho palmeaba la cara de la chica junto Paspartout —. Increíble...

— Toda Roma habla del robo a los obispos pero en los pasillos de la Santa Sede les preocupa más la desaparición de una novicia.

— ¡Cielo Santo! — exclamó el asistente del Duque —. ¿Qué hacemos?

Sancho empezó a esbozar una sonrisa.

— No hay de que preocuparse. La chica me ha demostrado saber idiomas antiguos, ser resolutiva y devota a mi como nadie. Además me gusta lo suficiente como para cumplir mi palabra y dejarla ser libre... Me la llevo a Aragón.

— ¿Y en qué piensas? — dijo BlackCrow —. No hay Papa. 

— Cuando lo haya, bien puede regresar la novicia en busca de algún puesto. Por mis tratos con la Madre Superiora de su Orden se que los votos monásticos son algo laxos en la capital de la Cristiandad. Con ésta joven bien puedo venir yo u otro hombre igual de capaz. Las riquezas no dejan de entrar en estos Santos Lugares. La Fé es una de las formas más nobles que conozco de enriquecerse de forma fácil.

La chica empezaba a despejarse. Así que Sancho la tomó en sus brazos.

— Me la llevó a mi cuarto. En cuanto me deis permiso cojo el barco y me voy a Aragón. Tengo mucho oro que gastar y vender.

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